Atari 8 bit. 400, 800, XL, XE

En la actualidad damos por sentado que las ordenadores forman parte de nuestras vidas, y muchos trabajamos, nos comunicamos, nos divertimos y un sinfín de actividades que hacemos gracias a ellos.
Sin embargo, la omnipresencia de las ordenadores es mucho más reciente en el tiempo de lo que nuestra adicción a cacharrear daría a entender.
 
 
 
Fue al comienzo de los años 80 cuando los ordenadores dieron el salto de los laboratorios y universidades a nuestras habitaciones y salones. A España y durante el cambio cultural de los 80, el Atari 800XL fue uno de los grandes desconocidos. En su carcasa de diseño ochentero y modernista de color beige y teclado negro con letras blancas, fue uno de los micros mas bonitos y también potentes de la época y se abrieron tensos debates sobre si era este el más potente o su gran competidor, el Commodore 64. Ya veréis como Tramiel vuelve a aparecer en el escenario, de las últimas entradas del Blog , Jack se ha colado en unas cuantas.

Hay una cosa en nuestro entorno retro, que fuera de la típica representación videojueguil es tácita y se llama ATARI. Alto !!!, no todos tuvieron Spectrum, Amstrad, Commodore, MSX. Hay mucha gente que solamente tuvo consola y no tuvo ordenador. A comienzos de los 80 dudo que hubiera más Philips que Atari 2600 en el ámbito casero infantil-juvenil y no es hasta 1985 en adelante cuando se produce la verdadera entrada del videojuego en los ordenadores y eso que la NES de Nintendo aún no había llegado. Amiga hacía aparición en escena y el ST picaba también en la puerta de muchos que estaban dispuestos a evolucionar sin pasar por cash e irse a Macintosh o PC.
 
 
 
 
Durante los 80 muchos comenzamos a asomarnos a la pubertad, cuando nos compraron el primer ordenador muchos usamos la excusa que el ordenador era para expandir nuestras mentes y hacernos genios, sobre todo teniendo en cuenta que en el futuro, visto desde la perspectiva de los 80, aprender a programar en BASIC sería tan importante, o más, que el dominio de lenguas como el inglés y otras burradas, o no. O, por lo menos, esa era la teoría que más de uno ha usado en más de una ocasión.

 

Algunos usuarios tuvieron mucha suerte al poder optar en su momento al uso de aplicaciones profesionales, como editores de texto, bases de datos, hojas de cálculo, utilidades, etc...y eso para un usuario normal que solo quería su ordenador para jugar era una baza que pasó de largo hasta la llegada de los PC.
 
 
¡Y vaya que si pasamos horas jugando con nuestros ordenadores!
 
La Atari 2600, anterior reina de nuestros mejores momentos de juego en casa, era primitiva, tocha y mediocre al lado de los flamantes gráficos y los hermosísimos beeps en cuatro canales que nos ofrecían el Atari 800XL y el Commodore 64 antes de la llegada del Amstrad y MSX a través de nuestras teles. Por supuesto que se veía todo mejor, los ordenadores ofrecían nada menos que 64Kb! . Algunos no tenían ni idea de lo que significaba, pero comparando las pantallas de las ya casi obsoletas Atari con los acojonantes gráficos de nuestros flamantes ordenadores, seguro que era bueno. Eso sí, deseabamos con locura tener en casas una de esas recreativas que se zampaban nuestras monedas de 5 pavos en nada, para pasarnos las tardes otoñales, como esta misma, flipadísimos mientras jugábamos y probábamos todo aquello que caía en nuestras manos.
 
 
 

¿Y los juegos? ¿Quién no se acuerda del Montezuma, antecesor directo del Super Mario y su larga estirpe de secuelas? ¿o el Blue Max, con esos gráficos en pseudo tres dimensiones? Aquellos que tenían el 800XL podían jugar a una versión del Pac-Man muchísimo mejor que la de la vieja 2600: en general las versiones de recreativas hechas para el Atari 800XL eran bastante más decentes que las de la consola.
¿Los Pitfall?, ¿Pole?, ¿Ghostbusters?, ¿Y qué decir del Archon, ¡ que ajedrez, sobre todo si tenías un oponente real con quien jugar !
¿O la serie Spy Vs. Spy? ¿O el Strip Poker, jejejeee? ¿O el tenebroso Beyond Castle Wolfenstein?
 
 
 
Casi todos los que tuvimos un Atari también jugamos con esos juegos, porque, a diferencia de lo que pasaba con la 2600, cuyo software sólo estaba disponible en cartuchos, los juegos para el 800XL eran fácilmente pirateables, tanto en diskette como en cinta. Y la piratería estaba ampliamente extendida en toda Europa.

Quienes tenían un XL solían tener la unidad de cinta 1010 y unos pocos tenían diskettera, con floppies de 5 1/4 pulgadas. Los que tenían disquetera podían considerarse afortunados: los tiempos de carga eran una fracción de lo que se necesitaba para cargar un juego desde cinta, y además se ahorraban los pitidos de carga que tanto molestaban.
 
 
 

Sin embargo, no todo fue jugar. Al fin y al cabo el Atari 800XL es un ordenador y como tal, es programable. Muchos aficionados sacaron jugo a esa capacidad, y aprendieron a programar con el espartano Basic de ATARI, nada menos, cuidado que el de Commodore se puede incluso considerar más complejo. Los usuarios que consiguieron entender cómo funciona una máquina tan primitiva abrieron las puertas a la programación más seria y viven hoy en día haciendo juegos y aplicaciones para ordenadores modernos.

Libros, revistas y todo lo que caía en nuestras manos era tecleado con el ánimo de hacerlo funcionar. Los programas que servían para el XL solían encontrarse en revistas americanas, siendo en Europa su difusión muy escasa, excepto en los países del este que junto al Enterprise y al Plus4 reinventaron la scene.

Ahora bien, el Atari 800XL no era el único ordenador fabricado por Atari. La gama de Atari era bastante más amplia de lo que muchos de nosotros pensamos. Los primeras ordenadores de Atari fueron el Atari 400 y el 800, a secas, que se empezaron a vender en octubre de 1979, que es el mismo año en el que Sony presentó el Walkman, Margaret Thatcher fue nombrada Premiere Británica y el Ayatollah Jomeini hizo poner pies en Polvorosa al Sha de Persia. O sea, 1979 no podía ser un año más retro.
 
El nombre de estos dos ordenadores viene de la capacidad de memoria que tienen: 4Kb para el Atari 400 y el doble para el 800, aunque la memoria se podía expandir fácilmente. El Atari 800 introdujo muchas novedades para la época: coprocesadores para los gráficos y el sonido, el cable 'SIO' que no es más que un antecesor del USB, ya que se podían instalar diferentes periféricos a través de él. Fueron estas novedades las que hicieron que el Atari 800 original fuera muy popular en EEUU a comienzos de los 80.

De hecho, algunos de los juegos que jugamos en nuestros Atari 800XL, como el Ghost Encounters, el Caverns of Mars y el Miner 2049'er fueron programados originalmente para el Atari 800 A Secas. En 1982, la primera generación de ordenadores ATARI empezaba a envejecer, y los modelos de la competencia, como el Apple II y el Sinclair ZX81 tiraban los precios por el suelo, lo que obligó a los ingenieros de Atari a preparar su segunda generación de ordenadores. La primera sería el Atari 1200XL, que fue un fracaso de ventas, debido a algunos errores de diseño que hicieron que el público prefiriera seguir usando el 400 y el 800. Por ello, en 1983, le 'lavaron la cara' a estos ordenadores básicos: el 400 sería reemplazado por el 600XL y el 800, por el 800XL.
 
Ficha Técnica:
 
Nombre
600 / 800 XL
Fabricante
Atari
Tipo
Home Computer
Origen
U.S.A.
Año 1982
Fin Fábrica
Enero 85
Lenguaje
Atari Basic
Teclado Teclado Mecánico
CPU MOS 6502C
Velocidad 1.79 (NTSC) / 1.77 (PAL) MHz
CO-Procesadores GTIA (video), POKEY (sonido, I/O), ANTIC (video)
RAM 16 KB (600 XL hasta 64 KB) / 64 KB (800 XL, expandible a 128 KB)
ROM 24 KB
Modos Texto
5 Modos texto, max: 40 x 24, min: 20 x 12
Modos Gráficos
16 modos gráficos , máximo : 320 x 192
Colores
256 (16 colores con 16 intensidades)
Sonido
4 voces, 3.5 octavas
I/O PORTS Video Compuesto, cartridge slot, peripheral port (SIO), parallel bus, 2 joys
POWER SUPPLY Fuente de alimentación externa
Precio
183 (diciembre 84)
 
El 800XL es básicamente el mismo Atari 800 clásico, aunque con una carcasa diferente y con la memoria ampliada a 64 KB, de los cuales 48 pueden ser usados. Además, el BASIC ya viene incorporado en ROM. Por encima del 800XL se posicionaron el 1400XL y el 1450XL, mucho más potentes (hasta podían incluir modem de 300 baudios) y estaban enfocados sobre todo para el usuario profesional. Estos sí que son raros de ver.

La serie de los Atari XL continuaría fabricándose hasta 1985, cuando Jack Tramiel, "(hola JACK) "el nuevo presidente de Atari, presentó los Atari 65XE y 130XE, de 64 y 128 Kb respectivamente, junto con el singular Atari XEGS, una consola con teclado desmontable, joystick y pistola láser.
 
Estos serían los últimos Atari con procesadores de 8 bit, y se presentaron como los modelos básicos junto a la gama ST, de 16 bits. Se fabricaron hasta primeros de los 90. Una vez más, aparte de los cambios estéticos y poco más, el interior de los 65XE era idéntico a los de los 800XL y, por ende, casi igual a los 800 a secas. Puede parecer un despropósito que la tecnología que Atari ofrecía a comienzos de los 90 estuviera basada en un diseño básico de 1978, pero la gran ventaja era que todo el software diseñado para todas esas ordenadores estaban además disponibles para los últimos modelos.

Durante su larguísima vida comercial, Atari lanzó muchos periféricos para expandir la capacidad de los ordenadores Atari de 8 bits. Hubo varios modelos de disqueteras, aunque de lejos la más popular fue la Atari 1050, que hacía juego con el diseño ochentero del Atari 800XL. Y la unidad de cassette más común fue la 1010, también con los mismos colores y formas. Pero, además, hubo impresoras, tabletas de dibujo, módems, trackballs y hasta un singular 'lápiz optico' que se usaba para hacer gráficos en la pantalla.
 

Pueden haber pasado muchos años, pero lo cierto es que, a pesar del tiempo y de los cambios generacionales, mucha gente encuentra que los Atari 800XL aún se dejan jugar. Puede ser que no tengan todas las lucecitas de los ordenadores y consolas más modernas, pero en ocasiones, la simpleza muchos de sus juegos hacen del Atari 800XL un buen modo de entretenerse en los ratos libres, tal y como hacíamos en las ahora lejanas tardes de los años 80.